¡Casi me meo de la risa con lo que me dijo mi vecina!

Hace unos veintitantos años, era verano, estaba paseando y me encontré con la vecina del caserío de al lado con la que tenía buen rollito.

Y nos pusimos a charlar.

Ella era una ama de casa de un pequeño pueblo, católica practicante y en aquella época tendría (ella, no yo) unos sesenta y tantos años.

El caso es que me preguntó si me iba de vacaciones.

Y yo le dije que sí.

Y no se me ocurrió otra cosa que contarle que iba a ir a un retiro espiritual.

(En esa época, yo empezaba a “despertar” a eso de la Espiritualidad y iba a retiros donde realizábamos diferentes prácticas espirituales).

Y se lo conté con la misma naturalidad con la que le habría dicho que me iba de vacaciones a la playa, ¡oye!

Bueno, bueno, bueno…

¡Si vieras la cara que puso de sorpresa…!

Y va y me responde:

“Ah, pues si te gusta eso de los “ejercicios espirituales”, ¿por qué no te metes a monja?

Bueno, bueno,… A poco más y me meo de la risa.

Pero me aguanté…

Y echando mano del humor,

ese humor que abre puertas y sonrisas,

y acerca corazones,

allí donde las mentes tienen visiones lejanas y diferentes,

le dije, todo seria:

“Eso no puede ser porque me gustan demasiado los hombres”.

Y claro, le hizo tanta gracia que se puso a reír.

Te aseguro que no se lo esperaba para nada, je je je…

Después nos dijimos adiós y seguí paseando, riéndome un buen rato de la charla con mi vecina.

Si contamos “esas cosas raras” (para la mayoría de la gente),

como hacer prácticas y tener experiencias sagradas, espirituales, místicas, transpersonales,… (o como quieras llamarlas),

la gente te mira como un bicho raro,

como si fueras de otro planeta.

¿Y eso por qué?

Pues porque la mayoría de la humanidad está todavía en el nivel racional.

Y no se puede comprender lo que no se ha experimentado.

Esto es de cajón.

La mayoría de la gente cree que solo existe lo que puede ver, tocar, oler, gustar y oír.

Es decir, la realidad que puede captar con los 5 sentidos físicos.

¡Y nada más lejos de la realidad!

Y cuando te falta en tu vida la realidad del Alma y el Espíritu, puedes sufrir alguna o algunas de estas nefastas consecuencias:

  • vacío interior
  • la enfermedad del quejismo
  • insatisfacción
  • no tener un sentido en el vida
  • ser como un barco a la deriva
  • adicciones
  • depresión
  • ansiedad
  • estréss
  • enfermedades físicas
  • dormir mal

Vivir la realidad de Tu Alma y Tu Espíritu en tu vida cotidiana es tan natural como andar, comer, mirar, oler,…

Y lo genial es que eso hace que tengas más equilibrio, lucidez y prosperidad en tu vida, y así curarte de esos males interiores que te corroen por dentro desde hace tiempo…

Así que, si quieres vivir la Realidad junto a Tu Alma y Tu Espíritu, que te aseguro que es algo muy difícil no porque lo sea sino porque nunca nos lo han enseñado,

te lo pongo muy fácil.

Tan fácil como entrar en la Actividad de “Espíritu en Acción”, donde te enseño, te guío y te acompaño a vivir esta Nueva y muchísimo Mejor Realidad.

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Muy Buen Día,

Anam.

Posdata: Si quieres decirme algo, contacta conmigo en “contacto” y te respondo lo antes posible.

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