El otro día estaba observando a una señora viejita que suele pasear por la calle donde vivo.
Camina con dificultad y normalmente va con una muleta.
Como ese día estaba con pinta de llover, la señora viejita también llevaba un paraguas, de tal manera que llevaba la muleta en el brazo izquierdo y, sujetándose con la mano derecha, el paraguas a modo de bastón.
Y me vino a la mente que, muchas veces, la gente es así.
La inmensa mayoría de las veces, cuando hay una cojera psicológica, porque la mente y las emociones de la gente están doloridas o enfermas, en vez de sanarlas,
lo que se hace es utilizar automáticamente “muletas o bastones” como, por ejemplo, comer de más, ver la TV muchas horas, dependencia emocional, engancharse a internet, beber alcohol, fumar,…
Son muletas que, muy habitualmente, llevan a la adicción.
Es lo que me pasó a mí durante unos 20 años, hasta hace unos 20 años.
En aquella época, cuando me iban mal las cosas, la “muleta” que utilizaba automáticamente era la adicción a la comida.
En mi entorno cotidiano, nadie me había enseñado (porque nadie lo sabía) que lo que hay que hacer es “rehabilitación mental y emocional” en vez de andar con muletas.
Así que pillé la “muleta-adicción” que tenía más a mano, nunca mejor dicho…
Y claro… seguía cojeando…
Ojo, no digo que para ciertos momentos puntuales no se usen muletas.
Hay veces en que el sufrimiento interno es tan intenso que es necesario algo que lo reduzca.
En mi Consultoría de Vida Integral suelo atender a gente que, algunas veces, lo pasan francamente mal.
En esos casos puntuales, les “receto” algo que es muy bueno y potente a la vez; y que no tiene nada que ver con medicamentos químicos ni con drogas de ningún tipo. Y los efectos secundarios son realmente muy buenos.
Eso hace que reduzcan su sufrimiento interior, mientras les guío a seguir adelante con la “rehabilitación interior” para que anden bien por la vida, en vez de andar de manera desequilibrada.
A ti también te enseño a “rehabilitarte” y sanarte interiormente para que tengas una Vida realmente Estupenda.
¿En dónde?
En Espíritu en Acción, que está aquí mismo: