El otro día me comentaba una conocida que su umbral de dolor físico es muy bajo. Y que si alguna terapia para tener más salud física le hacía daño, entonces que no iba ni por el forro.
Y eso me hizo recordar que lo mismo pasa con el sufrimiento interno: que la gente no lo solemos tolerar, así como así.
Y que el automatismo es evitar ese dolor emocional y mental como sea, a costa de lo que sea…
Hace unos 30 años, yo tenía mucho sufrimiento interno por la crisis tan tremenda que tenía,
en donde resumiendo muchísimo, estaba más perdida en mi vida que un pulpo en un garaje.
El caso es que yo huía de los problemas
pero el problema es que los problemas no huían de mí.
Seguían ahí…
Y volvía a huir…
y ahí que seguían, oye…
¿Te suena de algo…por casualidad?
Un círculo vicioso en el que estuve atrapada y angustiada a más no poder.
Así que, en un acto de valor, decidí ponerme las pilas con esto del desarrollo personal y espiritual.
Y decidí que ya era hora de coger al toro por los cuernos.
(Toro = problemas hiper atascados y miedos paralizantes nivel estatua de acero).
¿Y qué pasó???
Para mí algo muy, muy sorprendente…
Resulta que me di cuenta de que, por huir de lo que me hacía sufrir tanto, había estado sufriendo mucho, mucho, mucho más que si hubiera afrontado lo que tenía que afrontar en cada situación.
¡Toma ya!
Conclusión híper lógica: si afrontas lo que tienes que afrontar en cada situación de tu vida, vas a sufrir mucho, mucho, mucho, pero que muchísimo menos.
¡Vamos, ni punto de comparación!!
Y ahora viene la preguntilla:
¿Sabes cómo afrontar lo que te da tanto miedo y te hace sufrir tanto?
AVISO: casi nadie lo sabe, aunque la gente crea que sí…
¿Por qué?
Porque a casi nadie nos han enseñado las habilidades, recursos y herramientas para hacerlo, ni en el entorno familiar ni social en el que nos hemos criado y crecido.
A mí me llevó su tiempo aprenderlo, comprenderlo y practicarlo.
Y desde hace ya un montón de años, enseño a “torear” el sufrimiento y a solucionar “esos” problemas con poderío y dignidad, que no es poco, (y a veces hasta con elegancia y humor…) con unos cuantos trucos.
Así que, si quieres aprender a torear tu sufrimiento y solucionar esos problemas de siempre,
de una puñetera vez,
para estar mucho, mucho mejor en tu vida,
en el enlace de abajo accedes a 10 minutos de llamada teléfonica gratuita con una Compañera de mi Equipo para que te cuente en qué consiste este “toreo”:
Quiero “torear” mi sufrimiento para estar mucho mejor
Muy Buen Día,
Anam.
Posdata 1: si tienes aunque sea un poquito de valor dentro de ti en algún rinconcito de tu alma, para dirigirte a cambiar lo que necesitas cambiar, pincha ahora en el link que tienes aquí mismo:
Quiero “torear” mi sufrimiento para estar mucho mejor
Posdata 2: quiero aclarar que no me gusta el toreo de toros físicos. Pero el toreo interior… ¡me encanta!!
