Hablando con la nueva dentista

Ayer fui a la dentista a hacerme una limpieza de boca.

Resulta que es una dentista nueva que hay en la clínica dental, no la conocía, y nos pusimos a hablar porque, claro, una vez que se pusiera manos a la obra con mi boca, pues ya no podíamos, claro.

Esa clínica dental me encanta porque, aunque está en el mismo centro de la ciudad, está en un 6º piso, tiene unos ventanales enormes, con mucha luz natural (algo muy raro en sitios así) y se ve mucho cielo y algo de monte.

Y además, la anterior vez que estuve allí, descubrí una cosa flipante.

Estaba hablando con el dentista habitual, que se llama Rafa y es muy majete, y (no me digas por qué, porque nunca lo había hecho) me dio por mirar hacia abajo a la calle a través de uno de los ventanales y lo que ví fue… ¡un camino lleno de ramas y hojas de árboles en vez del asfalto de la calle!

¡Me quedé flipando!

Son árboles tan altos y frondosos que no se ve nada del asfalto de la calle. Así que, imagínate, qué bonito!

Resulta que, hablando con la dentista de ayer, ella es de Madrid y vive en un pueblo cerca de Bilbao (donde está la clínica dental). Su novio es de Bizkaia y… ya sabes… cosas que tiene el amor… ella se ha venido a vivir con el novio.

Yo le dije dónde vivo, en un parque natural (en modo paraíso) en Bizkaia. Y ella me dijo que le encanta ir al monte.

Así siguió la conversación y estábamos tan entretenidas hablando y con tanta fluidez que hubo un momento en que ella, me imagino que por integridad profesional, tuvo que decir:

Bueno, vamos a empezar con la limpieza bucal para que no se haga tarde…

Y algo parecido te digo a ti:

Bueno, ¿qué tal si empiezas a informarte y formarte en eso de aprender a caminar por esta etapa de transición hacia un Mundo Mejor, antes de que se te haga tarde?

Lo tienes aquí: https://escueladevidaintegral.org

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