Ha muerto mi padre

El domingo 8 de noviembre murió mi padre “de repente”. Lo pongo entre comillas porque, aunque el hombre ya estaba mal, tanto a nivel físico como a nivel mental, tenía toda la pinta de que iba a vivir bastante más tiempo, aunque cada vez peor…

Unos días antes de que muriera mi padre, estuve hablando con uno de mis hermanos, que era el que más conexión y mejores momentos había tenido con nuestro padre.

Y me dijo que hacía varios años que tenía la sensación de que nuestro padre ya se había ido.

Lo decía porque mi padre ya ni siquiera podía seguir una conversación básica, por el deterioro cognitivo tan grande que tenía.

A mí me pasaba lo mismo… y creo que también a mis demás hermanos y a mi madre…

Mi padre empezó a tener paranoias y le ingresaron en el hospital porque estaba teniendo también varios problemas físicos. Estuvo 9 días en el hospital y en sus últimas 2 horas empezó a respirar cada vez más suave y más lento, hasta que murió…

Si te soy sincera, para mí ha sido una bendición divina que haya muerto así, sin tener que pasar por el calvario de un deterioro mayor,

sobre todo mi madre que era la que le cuidaba y que había dejado de tener vida propia.

Es algo que he dicho a familiares, amistades, gente conocida,… y toda la gente me dice que mucho mejor que haya muerto de esa manera.

Así que, en resumen, estoy bien y también mi familia, porque mi padre se ha liberado de una vida en la que sólo vegetaba y porque ahora mi madre tiene la oportunidad y la libertad de vivir, en la última etapa de su vida, como ella quiera.

Como eso de la muerte de un ser querido o cercano suele remover bastante y la gente muchas veces no sabe qué decir ni qué hacer ante ese tipo de situaciones,

les conté, a quienes participan en la Actividad: “Espíritu en Acción”, cómo es vivir ese tipo de situaciones desde la Gran Mente Gran Corazón y aplicándolo en la vida cotidiana, para dar luz a un tema que suele ser tabú…

Muy buen día,

AnaM

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