Nunca me ha gustado sufrir haciendo ejercicio.
Y eso me llevó a buscar otro tipo de ejercicio o actividad física que realmente encajara conmigo.
Desde pequeña siempre me han llamado la atención las artes marciales. Esta inquietud me llevó a descubrir el Chi-Kung.
Lo que observé durante años de práctica con varios maestros y maestras es que las prácticas eran bastante complicadas y complejas, y veía que muchas personas tenían dificultades para seguir esa rutina.
Y es precisamente la razón por la que desarrollé mi propio método de Chi-Kung.
Un método sencillo, y accesible para la mayoría de la gente.